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Abelardo López Montovio, el mito del precursor solitario...

30 d’oct. 2021

Para empezar deberíamos situarnos. Abelardo López Montovio es un gallego de pura cepa nacido en el año de 1887 en Cariño, una pequeña localidad de la comarca del Ortegal situada al norte de la ría de Ortigueira. Allí permanecerá hasta los diecinueve años, cuando en 1906 se incorporará a la Marina española en la ciudad del Ferrol, donde iniciará su dedicación a este cuerpo militar hasta su jubilación a la edad de 55 años, en 1942.

Siendo casi un niño, jugando con sus compañeros, ha aprendido a nadar en la playa de su población y ya de adolescente inicia una costumbre que él llamará 'el paseito'. que consiste en lanzarse por la mañana al mar para nadar unos metros que irán en progresión hasta llegar a cubrir diariamente un mínimo de dos mil metros. Él mismo afirmará, mas adelante, que con la llegada a Ferrol se culmina la triada que presidirá su vida entera: Ferrol, Marina y Deporte.

Amberes 1920, un lío de dimensiones olímpicas...

Cartel oficial de los VII Juegos Olímpicos de Amberes
Fuente: Archivo del COI

Los Juegos de la VII Olimpiada, conocidos como los 'Juegos de la Paz' -recordando que los de la VI que debían haberse celebrtado en Berlín debieron suspenderse por la situación de guerra-, tienen lugar en la ciudad belga de Amberes. Por primera vez se prepara para participar un amplio equipo español que competirá con las demás naciones. El intento del Club Natació Barcelona de participar por sí mismo llevará, negativa del COI incluida, a la creación de la Federación Española de Natación Amateur (FENA) en abril de 1920. Como es reglamentario será la encargada de decidir el equipo y las pruebas en las que se participará en los juegos en natación, waterpolo y saltos. El equipo estará formado por trece componentes, todos ellos residentes en Cataluña, de los que finalmente viajan doce para participar en la competición de waterpolo, en tres pruebas de natación y en una de saltos.

Se da el caso, sin embargo, que el Comité Olímpico Español (COE) impondrá un nadador no previsto por la FENA, precisamente el gallego Abelardo López, al que se inscribirá para nadar los 1500 m. libres. Abelardo ya había empezado a realizar alguna travesía solitaria por las aguas cercanas al Ferrol, donde trabajaba, o a Mugardos, donde residía. El caso es que con el apoyo del Naval Club, al que pertenecía el nadador, y la colaboración activa del diario 'El Correo Gallego' se inició una campaña para impulsar su participación en los juegos. El 3 de junio de ese año el diario se hace eco de la hazaña hecha por el marinero, atravesando desde el muelle nuevo del Ferrol hasta el puerto de Mugardos, cubriendo los 1820 metros en un tiempo de 27' 26" (*) .

Recorte de 'El Correo Gallego' del 15 de junio de 1920 fomentando
a la participación de Abelardo López en los juegos de Amberes
Fuente: Galiciana. Biblioteca dixital de Galicia

A raíz de esta campaña será llamado a Donostia, donde se celebrarán unas pruebas eliminatorias con resultados satisfactorios. La prensa de Madrid se incorporó de forma entusiasta a la promoción del marinero gallego, especialmente el diario ABC donde se escribirá que: "Si se confirman estas pruebas, en Amberes será el seguro campeón..." a la vez que se le comienza a apodar como 'el tritón', 'el hombre hélice', 'el tragamillas' o 'el fenómeno natatorio'.

De momento todo este alud de exageraciones sirve para constatar dos cosas:

  • La todavía inexistente cultura deportiva del país, desconocedora del mundo de la natación internacional y española
  • La inoperancia y desorganización del COE de aquellos años, que actúa sin ningún criterio riguroso, empujado por opiniones particulares o presiones colectivas

El hecho cierto es que Abelardo López formará parte de la selección española de natación que se desplazará a Amberes. Saldrá de Donostia, donde había sido convocado junto al equipo de atletismo y otros deportistas, el día 7 de agosto; mientras que los nadadores-waterpolistas catalanes saldrán de Barcelona unos días más tarde y harán parada en París para poder entrenar en una de las piscinas flotantes del Sena, a fin de tomar contacto con el agua dulce, a la que están tan poco acostumbrados.

El encuentro entre el gallego y los catalanes se produce en la escuela de Amberes convertida en morada para los deportistas españoles. Desde el primer momento el contacto es frío y distante. Para terminar de arreglarlo el primero se quejará de que el entrenador contratado poco antes de los juegos por la FENA, el sueco Albert Berglund, no le dejará entrenar con el resto de compañeros. La otra versión, diríamos que oficial, dirá que es Abelardo, poco acostumbrado a la disciplina de los entrenamientos y menos a nadar en piscina, quien se negará a entrenarse.

El 'Stade Nautique' de Amberes. Es la primera piscina construida 'ex-novo'
para una competición olímpica con unas medidas de 100 x 18 m.
y cuenta con dos espacios auxiliares. La casita del fondo
es el lugar destinado a vestuarios y salidas.
Fuente: Archivo del COI

Quedaba todavía el último acto de estas desavenencias, que tuvo lugar el día 23 de agosto en que se disputaban las cinco series eliminatorias de los 1500 m. libres. Joaquim Cuadrada nadó en la primera serie con un tiempo de 28'01"4, llegando en último lugar y siendo eliminado. Abelardo tenía que nadar la quinta y última serie y él mismo nos cuenta, en carta dirigida a 'El Correo Gallego' del 14 de septiembre de 1920, como fueron los hechos:

"El día 23 cuando estaba corriendo la cuarta serie y me puse el traje preparándome para correr en mi serie; poco antes de empezar se me acercó un señor hablándome en francés, pero viendo que yo no lo entendía se dirigió a un señor de Barcelona, el cual después de hablar con él me dijo que por orden del Jurado no podía correr."

Lo ocurrido tiene fácil comprensión, el Naval Club del Ferrol, al que pertenecía  Abelardo, no estaba federado y el nadador tampoco tenía licencia de la FENA, por lo que de acuerdo con el reglamento de los juegos no podía tomar parte en las competiciones. El ridículo del COE fue monumental. Sin embargo, el nadador no se lo tomó muy deportivamente y en la misma carta escribe:

"Todo esto que a mí me pasó fue obra rastrera de los catalanes por que sabían que nadando yo quedaban muy por debajo, pues el tal Cuadrada que presentaban como campeón de España representaba para mí concepto un verdadero inocente, porque si tal señor quiere aceptar el reto a cualquiera hora que quiera le doy 200 metros de ventaja en un recorrido de 2000." (**)

En realidad el marinero gallego respiraba por la herida, dolido por haber perdido la ocasión de ser el primer olímpico gallego de la historia de los juegos, pues hubiera debutado unos días antes que su connacional, Luis Otero, que lo hizo el 28 de agosto con la selección española de fútbol, arrebatándole ese honor.

Desde el otro punto de vista, el de la natación 'oficial' de la FENA y de los demás nadadores, la reacción tampoco fue muy medida. Totalmente en desacuerdo con la intromisión inepta e intolerable del COE cargaron las tintas contra el menos culpable, como era el nadador del Naval Club. Así la prensa catalana y las versiones oficiosas de la FENA reaccionaron contra el gallego menospreciándolo y el asunto se convirtió poco menos que en un agravio galaico-catalán, abriendo una herida que por parte de algunos medios de comunicación gallegos todavía ahora continua cuando se habla de los hechos y se sigue culpando a 'los catalanes' como responsables del asunto.

A estas alturas creemos, honestamente, que Abelardo López Montovio, el olímpico que no lo pudo ser, fue una víctima más de la incompetencia de un COE desorientado, desconocedor del reglamento de los juegos y sobrepasado por los acontecimientos. Él sólo perseguía su sueño, aunque fuera "a pesar de nadar sin métodos científicos y sin preparación especial para ello", como había declarado antes a la prensa el presidente del Naval Club, Mario Corcuera.

Abelardo López Montovio, el precursor solitario de la natación gallega

Abelardo López Montovio en la edad aproximada que
tenía al ir a los Juegos Olímpicos de Amberes, 33 años.
Fuente: Archivo familia López

Afectado aún por la decepción olímpica, Abelardo López volverá a Galicia donde todavía tendrá tiempo para hacer oficial el reto lanzado a Joaquim Cuadrada a fín de confrontar las mutuas capacidades nadando 2000 m. en mar abierto, generándose una serie de cartas y contra-cartas para concretar la cita; pero esa competición no tendrá lugar.

A todo esto nuestro hombre ha seguido desarrollando su profesión de marinero, donde se inclinó por trabajar en el manejo del velamen de los barcos, llegando con el paso de los años a ser maestro velero. Aunque sus proezas de nadador fueron mayoritariamente en largas distancias y casi siempre en solitario, una vertiente de su actividad deportiva consistió en enseñar a nadar a los marineros -o aspirantes a marinero- de los barcos en los que estuvo enrolado. Fundamentalmente fueron los barcos escuela de la Armada: el 'Nautilus' hasta 1925; el 'Galatea' entre 1925 y 1928; y el 'Juan Sebastián Elcano' desde este último año. Con ellos hizo varias circunnavegaciones del mundo.

Es bien conocido que era muy habitual en aquellos años que la gente de mar -pescadores, marineros- no supiera nadar.

A bordo del 'Nautilus'. El primero por la izquierda es el Abelardo López, condecorado con
otros compañeros por la reina María Cristina, madre de Alfonso XIII, el año de 1921
Fuente:Archivo familia López

Pese a que en Amberes se produjo el 'descubrimiento' del crol por parte de los nadadores españoles y se introdujo como técnica más eficiente -especialmente por el interés de Enric Granados-, el nadador gallego nunca lo incorporó y seguirá empleando el doble-over y la braza que había aprendido en la playa de Cariño. En los años siguientes a la decepción olímpica Abelardo reanudará e intensificará sus travesías en solitario.

En 1923 abandona el Naval Club y se incorpora al 'Nuevo Club', entidad polideportiva de reciente creación en el Ferrol. Se propone cubrir nadando la distancia que separa el puerto de Ferrol de A Coruña, con un total de once millas marinas -casi 21 kilómetros-. El primer intento, realizado el domingo 14 de julio, no tuvo éxito; la crónica de 'El Correo Gallego' del miércoles 17 nos explica:

"Antes de empezar el recorrido tomó, por orden del médico, un par de huevos crudos con azucar y una pequeña cantidad de vino de Jérez... Entre el Segaño y Punta Coitelada se le dio por segunda vez alimento en la misma forma que la primera... Antes de legar a Coitelada manifestó Abelardo que no sentía ni cansancio ni frio, pero si alguna molestia en el estómago..."

La ligera molestia del estómago se fue incrementando hasta el momento en que la retirada fue ordenada por el mismo médico, sin que pudiera completar la travesía. Unas semanas más tarde se repitió el intento el 5 de agosto y esta vez, a pesar de mantener una alimentación similar, los medios locales dan por logrado el 'récord' de distancia, desafiando a cualquier nadador de España que se atreva a repetir la proeza. El caso es que a poca distancia del puerto de A Coruña, a la altura de la punta de Seixo Branco, se subió a la barca:

"El no seguir nadando hasta La Coruña fué debido a diferentes razones. En primer lugar el llegar a una hora demasiado avanzada; en segundo lugar que no tenia objeto, pues como era de puro sport no habia necesidad de molestar al nadador con el resto del trayecto...; y en tercer lugar que no se habia avisado a La Coruña de su llegada..."

Al año siguiente los diarios 'La Provincia' y 'El Correo Gallego' de A Coruña comunicarán que Abelardo López se está entrenando para la ida a los Juegos Olímpicos que deben realizarse en París; este último medio nos informa que:

"El nadador Abelardo López ha empezado su entrenamiento para las distancias de los 100 y 1500 metros. Si se consigue que haga estos recorridos en los menores tiempos empleados por los nadadores mundiales se procurará que acuda a la Olimpiada que dentro de breve plazo se celebrará en Paris..."

Una vez más el nadador de deja conducir por lo que le dice la gente de su entorno, pero el desconocimiento de la actualidad de la natación de quienes le empujan con estas falsas esperanzas si que es realmente 'olímpico' (***) . Esta vez, como era de esperar, ya no formará parte de la selección que se desplazará, integrada en su totalidad por nadadores y waterpolistas del 'Natació' Barcelona.

Pasada esa falsa oportunidad olímpica, el nadador gallego seguirá con sus retos de largas distancias. Con ocasión de sus estancias en puertos españoles o extranjeros aprovechará para plantear retos públicos a quienes se atrevan a competir con él, sean amateurs o profesionales. Lo hará, por ejemplo, en el año 1926 coincidiendo con una estancia del barco escuela 'Galatea' en los puertos canarios de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria:

Recorte del diario de Tenerife 'El Progreso' del 31 de mayo de 1926
con la crónica de la 'regata a nado' entre Abelardo López y
Leandro Herrera, nadador local
Fuente: Biblioteca virtual de prensa histórica

Después de la guerra civil reanudará sus travesías. En 1942 conseguirá lo que la prensa gallega bautizó como 'récord mundial', al remontar en tres etapas consecutivas el río Guadalquivir desde Bonanza hasta la ciudad de Sevilla, con una distancia recorrida de 86 kilómetros y un tiempo total de 21 horas y treinta minutos. Esta nueva proeza le reportó la entrega de una imponente copa de plata patrocinada por el diario deportivo 'Gol' de Madrid. Aunque pueda parecer extraño, Abelardo afirmará más adelante que ésta fue la primera y última copa que ganó en su carrera deportiva.

Arriba, imagen del recorrido de la travesía por el río Guadalquivir.
Recorte de 'El Correo Gallego' con la crónica enviada por el
mismo nadador de la travesía considerada 'récord mundial'
Fuentes: Wikipedia y Galiciana. Biblioteca dixital de Galicia

En su historia había todavía tres retos que en uno u otro momento se propuso realizart. En 1934 se supo que se estaba preparando para hacer la travesía del Canal de la Mancha, pero no pudo ni intentar este reto. En 1942 se propone atravesar el estuario del 'Río de la Plata' en Argentina, que él creia que todavía no se había podido conseguir; y finalmente en 1950, a la edad de 63 años, manifiesta la voluntad de cruzar el estrecho de Gibraltar e intentar de nuevo el Canal de la Mancha.

Recorte de 'El Correo Gallego del 26 de marzo de 1950
Fuente: Galiciana. Biblioteca dixital de galicia

En cuanto al Río de La Plata ya en el 1923 se había conseguido la proeza, a cargo de la nadadora Lilian Gemma Harrison y Abelardo no llegaria ni a ir a Argentina. Del Canal de la Mancha tampoco esta vez pudo hacer su intento. En cuanto al estrecho de Gibraltar, que él creía que no lo había atravesado ningún español, tampoco pudo intentarlo. En todos los casos Abelardo adolecia de falta de financiación para sus proyectos. Por lo que se refiere al Estrecho de Gibraltar ya lo habían atravesado tres hispanohablantes: el peruano Daniel Carpio en julio de 1948; el español Eduardo Villanueva dos meses más tarde; y el cubano José A. Cortinas en septiembre de 1949. A este último es, seguramente, al que se refiere Abelardo López con la patriótica frase de “... si un cubano lo hizo, ¿por qué no puede realizarlo un español? "

A pesar de estas carencias en su extenso currículum, Abelardo todavía a los sesenta y ocho años hizo una nueva travesía desde el puente de Neda, en El Ferrol, hasta el muelle de Mugardos, cubriendo una distancia de diez kilómetros que como él decía habitualmente "los he hecho sin ningún tipo de cansancio".

En los años de 1955 y 1956 y posteriores le llegaron los reconocimientos en forma de homenaje primero y de la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo de la Delegación Nacional de Deportes después. El año de 1963, con 75 años cumplidos, le sobrevendría la muerte a causa de la diabetes que sufría. A lo largo de lo que llevamos de este siglo su figura de nadador solitario y legendario ha sido recordada y admirada por las nuevas promociones de deportistas gallegos. En 2015 la piscina cubierta de su pueblo natal, Cariño, recibió el nombre de Abelardo López Montovio como recordatorio del mítico precursor de la natación gallega.

Josep Castellví

(*) Parece que el primer paso lo habría dado el Naval Club, al proponerle a Abelardo la posibilidad de ir a Amberes. Después se sumó gran parte de la prensa gallega. Desde el COE del momento quien quedó impresionado de sus capacidades fue Álvaro de Aguilar y Gómez-Acebo, diplomático español que hasta 1919 había sido secretario general de este organismo y que forzó su incorporación a la expedición olímpica en contra del criterio de la FENA.

(**) Poner en duda el título de campeón de España de Joaquim Cuadrada sólo podía entenderse por la desconexión enciclopédica que Abelardo tenia de los asuntos de la natación española e internacional. En la década de 1910 a 1921 Cuadrada consigue trece campeonatos de España y mantiene durante una larga serie de años el récord español de los 1.500 metros. En 1919 había nadado la travesía de París por el Sena con una distancia de once kilómetros y 700 metros, compitiendo con las mejores figuras de la época y llegando en sexta posición de los treinta participantes.

(***) En las dos primeras décadas del siglo XX el desarrollo de la natación gallega se encuentra en un período de lenta progresión. No será hasta el año de 1931 que se crea la Federación Gallega de Natación y es también el momento en que aparecen las primeras figuras en la natación de carreras, como los Casteleiro, Bremón o Campanioni de A Coruña. En Vigo comienza a hacerse notar otro núcleo con los Rivas, Castiñeiras y los catalanes, residentes en aquella ciudad, Dolcet y Puig que posiblemente fueron los introductores del crol en la natación gallega.

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