Al finalizar la primera parte de esta entrada decíamos que los años por venir no serían tan sencillos para Jaume, que seguramente experimentaría en su piel la dualidad de la moneda, por un lado la cara del éxito y el triunfo, y por otro el reverso de la decepción y el desencanto. Y así fue en ese intervalo de los tres años que van desde el logro del subcampeonato de Europa en Utrecht, a la decepción que para él representa México 1968. Con un matiz, el desencanto de los Juegos Olímpicos de México sólo se refiere a las marcas conseguidas, en ningún caso en el conjunto de su experiencia olímpica, de la que disfrutó ampliamente.
Algunos obstáculos...
A lo largo del período de tiempo que va de finales de 1966 hasta la antesala misma de México 68 Jaume Monzó se encuentra con una serie de dificultades que le complican su preparación de cara al objetivo de los juegos. Se centran principalmente en tres apartados:
- La necesidad de cumplir con la prestación del servicio militar, entonces obligatorio
- La voluntad de centrarse en sus estudios de arquitecto técnico
- La planificación de su preparación del año 1968, condicionada por una breve estancia en Estados Unidos entre los primeros dias de enero y principios del mes de abril
Pasados los Campeonatos de Europa de Utrecht Jaume se reincorpora a la disciplina de la Residencia Blume, bajo la guía técnica de Jan Freese. Casi de inmediato se desplaza con otros compañeros a México para participar en las pruebas preolímpicas que la ciudad organiza. Cuando regresan de esta competición se incorpora como voluntario al servicio militar, en la convocatoria del tercer reemplazo de la leva del 1965, junto a su amigo y compañero Joaquim Pujol. Juran bandera el domingo 27 de noviembre... por primera vez. (*)
Con otros compañeros de su compañía, en el CIR n.9 de Sant Climent
de Sescebes. Joaquim Pujol y Jaume Monzó en primera fila a la derecha
Fuente: Archivo JCE, fondo Jaume Monzó. Ft. SI
Incorporados al 'Regimiento de Infantería Mecanizada Jaen 25' en el cuartel del Bruc, las facilidades para competir y estudiar que se les había prometido no pudieron cumplirse tal y como habían sido previstas. Disfrutaron de todos los permisos necesarios para competir por la "Federación Española de Natación" (FEN), pero estos permisos el ejército se les 'cobraba' ampliando la duración de su servicio, que se prolongó algunos meses más de lo que estaba previsto.
En cuanto a los estudios, Jaume se encontraba inscrito en la carrera de arquitecto técnico, que progresivamente le pedía más tiempo y dedicación. Como consecuencia de esta conjunción la calidad e intensidad de su preparación deportiva se vio seriamente afectada, arrastrando un déficit de descanso y con una notable pérdida de peso. Así lo remarca Vicenç Esquiroz, en su función de periodista deportivo, en una carta abierta saliendo al paso de quienes acusan a algunos nadadores de la Residencia Blume por su mal estado de forma
Recorte de 'El Mundo Deportivo' del 12 de agosto de 1977
con la carta abierta de Vicenç Esquiroz
Fuente: Hemeroteca Mundo Deportivo
Esquiroz se dirige especialmente a Monzó y Pujol, señalando que:
"... yo pregunto: cómo puede 'quemarse' un deportista que, como vosotros, cuenta 21 años y con toda una vida por delante ?... Quienes han juzgado vuestra forma física no se han dado cuenta de vuestra pérdida de peso, quizá porque ni un muchacho joven puede atender a tres obligaciones cotidianas: servicio militar, entrenamiento y estudios. A veces el repaso de las lecciones os ha obligado a mermar vuestro descanso que se ha limitado a cuatro o cinco horas diarias..."
Los Campeonatos de España del año 1967 se celebraron en la piscina madrileña de 'La casa de Campo' los días del 17 al 20 de agosto, con Jaume Monzó como doble campeón de los 100 y 200 espalda, superando a su rival, Jesús 'Chuchi' Cabrera, con unos tiempos de 1.04.2 y 2.19.7, respectivamente. Significativamente es mejor marca la conseguida en los 100 metros que el de los 200. Pocos días después, en una competición poco valorada pero muy querida por Jaume, la Universiada, disputada en la ciudad de Tokio del 25 al 27 de agosto, ya mejora sensiblemente los 200 espalda, situándolos en unos buenos 2.17.9, su mejor marca del año.
Luis M. Mugica, en el n. 33 del mes de noviembre de 1967 de la revista CROL, comenta en estos términos la actuación del nadador del Montjuïc, :
"Monzó en 200 espalda... había ya logrado también un magnífico cuarto lugar, alternando otra vez con (el norteamericano) Hickox que también batió el record del mundo. El tiempo de Monzó, que añoraba una correcta preparación que le hubiera permitido mejores cosas y que no pudo llevar a cabo por cuestiones del servicio militar, fue su mejor del año."
Un mes después quedará tercero en los 'V Juegos Mediterráneos' que tienen lugar en Túnez en los 100 espalda, con un tiempo de 1.05.5, algo más de un segundo superior a la marca del Campeonato de España.
La recta final. La estancia para entrenar en losEstados Unidos de América
Poco antes de finales de 1967 nos encontramos con el momento clave que debe marcar para el nadador del Montjuïc todo el próximo año olímpico. Es bien sabido que Juan Antonio Samaranch cuidaba la Residencia Blume de Barcelona como si fuera su misma casa; había sido su impulsor y desde el primer momento le dedicaba un día de cada semana para ir a comer con sus directivos, técnicos y deportistas.
Desde el 26 de diciembre de 1966 Samaranch ha sido nombrado 'Delegado Nacional de Educación Física y Deportes', pero sigue despachando algunos días en su oficina privada de Barcelona, en la calle del Consell de Cent. El caso es que un buen día de este final de año de 1967, se presentan en este despacho Joan Fortuny y Jaume Monzó y se produce el diálogo que reproducimos, extraido de la entrevista realizada al deportista blanquiverde para su 'Carnet de Soci' de este blog:
MyF.- Mire, señor Samaranch,... quisiéramos hablar con usted
JAS - ¡Ah!, muy bien, díganme...
MyF.- Hemos pensado que este año, que es el año olímpico, nos gustaría intentar hacer unos entrenamientos en el extranjero... y probar si de esta manera podemos afinar un poco más la puesta a punto para las olimpiadas
JAS.- Bueno, si me parece bien... y dónde teniaís pensado ir?...
Jaume razona en este punto que no tenían todavía muy definido a donde les gustaría ir, aunque todo indicaba que pensaban hacer la estancia en algún país europeo... tal vez la Alemania Democrática (DDR), que en aquellos años empezaba a destacar por la cantidad de figuras que sacaba... pero Samaranch, ante esta vacilación, se les adelanta:
JAS.- Qué os parece ir a los Estados Unidos ?
Aún no se había producido ninguna estancia de nadadores españoles en Estados Unidos, que tan habitual pasará a estar en un futuro...
MyF.- Ah !, bueno, pues sí... estaría bien ir a entrenar a los Estados Unidos...
JAS.- Me parece bien, mañana llamaré a Morera y le diré que lo prepare todo.
Y dicho y hecho, el 6 de enero de 1968 salían del aeropuerto de Barcelona la expedición formada por los nadadores Joan Fortuny y Jaume Monzó, con el valenciano José A. Chicoy añadido por la FEN, para llegar a Bloomington con el objetivo de entrenarse en la Universidad de Indiana a las órdenes de James Edward 'Doc' Counsilman (**). Como jefe de la expedición se desplazó Alfons Cànovas, presidente del Club Natació Barceloneta, una vez descartada por ausencia de voluntarios la idea de la federación de que el acompañante fuera un entrenador en activo.
Reproducción del billete de avión original de este histórico viaje de Jaume Monzó.
Fuente: Archivo JCE, fondo Jaume Monzó
Sin tiempo para dejar las maletas, 'Doc' Counsilman quiso ver a sus nuevos nadadores en acción y les 'sometió' a un entrenamiento no muy exigente de unos 2.000 metros, pero entre la paliza del vuelo y los -15 grados que les recibieron en Indianápolis los expedicionarios se dirigieron con prisas al hotel 'Memorial Union' para enfundarse en la cama y realizar una buena recuperación. Al levantarse la mañana siguiente lo primero que hicieron fue dirigirse a una tienda de para comprar otra ropa, adecuándola al clima que se encontraron. Pocos días después abandonan el hotel y se instalan definitivamente en la residencia estudiantil del 'Woodlawn Center', eso sí con una habitación doble para cada uno. Prácticamente ninguno hablaba el inglés, aparte de Jaume que se defendía razonablemente bien.
Monzó y Fortuny saliendo de la tienda donde se equiparon
con ropa más adecuada para el clima que encontraron.
Fuente: Archivo JCE, fondo Jaume Monzó. Ft. SI
Anécdotas aparte, el programa de entrenamiento y el horario marcado es el mismo que siguen los nadadores del primer equipo de la universidad, como los Hickox, Berry, Windle, Bill, Southward, Mc Kenzie y otros - Mark Spitz llegaría después de México para entrenar con Counsilman -.
El propio nadador blanquiverde define su día a día a Indiana en el boletín del C.N. Montjuïc n. 222 de marzo de 1968:
"Nos levantamos a las 6:30... a las 7 pasa el Dr. Counsilman a recogernos y llevarnos a una piscina recién construida, de 50 metros, y cubierta artificialmente mediante una especie de globo... En esta piscina realizamos la primera sesión de entreno, unos 2.500 metros aproximadamente. Inmediatamente, y sobre las 9:30 horas, nos 'recuperamos' con un desayuno de buena linea. Luego y hasta las 12 horas, tenemos libre para estudiar, escribir, comprar. Comemos frugalmente debido a la proximidad del segundo entrenamiento, que llevamos a cabo a las 13:30 h... Esta (sesión) es mas fuerte e intensa, entre 4.500 y 5.000 yardas... entre las cinco y las seis de la tarde cenamos bastante fuerte, con tiempo libre hasta la hora de dormir que siempre es alrededor de las 9:30 h."
A pesar del régimen horario, bastante distinto al que seguían en su país, la carga de metros hoy parecerían una suerte de juego de criaturas. Aparte de eso los tres meses que pasaron en Indiana coincidieron, con los exámenes parciales de los alumnos universitarios, por lo que en esta situación todo lo que no fueran estudios quedaba algo paralizado y 'Doc' Counsilman insistía en acentuar la preparación física, casi sustituyendo a los entrenos en el agua.
Fortuny, Monzó y Chicoy en su estancia en la Universidad de Indiana
Fuente: Archivo JCE, fondo Jaume Monzó. Ft. A. Cánovas
Entre una cosa y otra los acontecimientos se precipitaron. Alfons Cànovas tuvo que volver a finales del mes de marzo, por lo que los nadadores se quedaron sin el apoyo y el control federativo. La FEN insistía en recibir información de marcas y resultados de los expedicionarios. Estos, en palabras de Monzó, estaban muy satisfechos de los entrenamientos y del trato recibido por parte de Counsilman, pero sabían que una estancia de tres meses - y más siendo éstos de invierno y de exámenes - era claramente insuficiente para extraer de ella resultados positivos e insistieron en prolongar la estancia. En palabras de Jaume Monzó:
"Le dije al Morera: 'mira esto es así, ahora mismo estos están haciendo preparación física, que aquí cuando hay exámenes la gente no entrena... tal y como están las cosas o nos quedamos hasta México o volvemos ya, pero en el momento en que estamos ahora dejarlo es una tontería'..."
La FEN, sin embargo, decidió ceñirse a lo previsto y presupuestado inicialmente y encomendó a los expedicionarios que tomaran el vuelo de regreso. El día 10 de abril emprendían el viaje de vuelta y el 29 del mismo mes hacían la primera competición en Barcelona después de la estancia en USA, con marcas discretas para el nadador del Montjuïc.
Recorte de la 'Hoja del Lunes' de Barcelona, del 29 de abril de 1968, con los
resultados del 'II Trofeo Sant Jordi', primera competición de Jaume
y Fortuny después de su estancia en Estados Unidos
Fuente: Hemeroteca BVPH
En el 'Torneo de las 6 Naciones', celebrado el 27 y 28 de junio de 1968 en la piscina de la Ciudad Universitaria de Madrid, Jaume para el cronómetro en 2.17.6, con una marca que parece prometer una mejora de su estado de forma. Poco antes de los juegos, los días del 5 al 8 de septiembre se desarrollan los Campeonatos de España en Valencia, en piscina de 50 metros, y el nadador del Montjuïc llega en segundo lugar con un tiempo de 2.20.1, siendo superado por Santiago Esteva que realiza 2.18.6.
Último acto. Los Juegos Olímpicos de México 1968
Los días del 13 al 26 de octubre se celebraron las pruebas de natación de los juegos de México 1968 (***). El resultado global para el equipo español fue considerado excelente por gran parte de la prensa especializada. Dos finalistas: Santiago Esteva, 5º en los 200 espalda y Mari Pau Coromines, 7ª en la misma prueba femenina. Cuatro semifinalistas: Chicoy, 100 libres; Lang-Lenton, 100 mariposa; mientras que Esteva y Coromines también lo eran en los 100 espaldas.
No cabe duda de que el logro por Santiago Esteva del primer diploma olímpico en natación, como quinto clasificado y estableciendo el nuevo récord de España con el tiempo de 2.12.9; y el acceso de Mari Pau Coromines a la final de los 200 espalda, siendo la primera mujer del país que lo logra en natación, fueron hitos muy importantes. A su lado, sin embargo, cabe considerar que de todas las competiciones en las que participaron las nadadoras y nadadores españoles sólo se mejoraron dos récords de España, lo que nos habla de un nivel medio no muy elevado.
Jaume Monzó en los Juegos Olímpicos de México 1968
Fuente: Archivo JCE, fondo Jaume Monzó. Ft. SI
Jaume Monzó, que finalmente accedía a unos Juegos Olímpicos después de perder la oportunidad de hacerlo en los de Tokio, nadó los 200 espalda en la segunda serie marcando un tiempo de 2.20.1, lejos de su mejor marca de 2.15.5 del año 1966. En el total de los clasificados quedó en la decimosexta posición de los treinta participantes. Decepción en lo que respecta a la marca conseguida, pero la inmensa satisfacción de poder formar parte de aquella aventura extraordinaria que son siempre este tipo de eventos. En la entrevista para este blog, antes citada, nos decía:
"Ah !, convivir en la villa olímpica es fantástico, todo fue muy agradable... es una experiencia totalmente irrepetible, vamos; pese a la sensación de no haber cumplido con lo que a mí me hubiera gustado deportivamente hablando... "
Al volver de México Monzó abandona la Residencia Blume, donde ha permanecido ocho años, y vuelve a entrenarse en su club, aunque con una intensidad más moderada. En sus palabras:
"No deja de ser una especie de retirada, al menos de la competición de alto rendimiento... está claro que es un momento complicado que yo creo que es más psicológico que físico; y es que llega un momento que te agotas: ir a entrenar se te hace una montaña... todo esto ocurre después de México que para mí es un 'break', una ruptura, porque las cosas no fueron como yo pensaba o quería... además que, como pasa siempre en la vida, me salía una competencia como era la de Santi Esteva que ya ocupaba mi lugar claramente"
Podrá jugar más habitualmente en waterpolo, deporte que le gusta pero que no ha podido practicar en la fase de los entrenos de natación más intensivos. A principios de 1971 ya abandona todas las actividades deportivas de competición. Sin embargo, la natación nunca la ha dejado de lado. Siempre que ha podido ha estado entrenando y participando en pruebas, especialmente en las travesías.
Hombre de un solo club, el Club de Natación Montjuïc, siempre que la entidad le ha reclamado, como directivo o como profesional, Jaume se ha puesto inmediatamente a disposición para lo que fuera menester. Desgraciadamente el día 7 de enero de 2020 dejamos de poder gozar de su compañía y amistad.