De dónde veníamos...
El waterpolo del club tenía una trayectoria irregular que le condenaba a ser un eterno equipo ascensor, oscilando entre los puestos quinto como penúltimo de la primera división y los más habituales de entre el séptimo y el duodécimo puesto del Campeonato de Cataluña, en este caso en la segunda división de la única competición oficial al alcance del club hasta ese momento.
Antes de poder disfrutar de la piscina cubierta de la plaza Folch y Torres desde octubre de 1966, aquel verano el Montjuïc fue invitado a participar, fuera de concurso, en una fase preliminar del Campeonato de España que tuvo lugar en Zaragoza, donde con una mezcla de veteranos y debutantes en el primer equipo podríamos decir que dió inicio la persecución del sueño de llevar el waterpolo del club a las primeras posiciones nacionales. Así, junto a los históricos Gracia, Roselló, Pitart, Escolies o Brascó empezaban a manejar la pelota los pipiolos Siré, Segura, Sánchez, Murio, Navarro y otros que rejuvenecieron el plantel blanquiverde.
En 1967, contando ya con la posibilidad de entrenar de manera cotidiana, se volvió a repetir la invitación a los cuartos de final del Campeonato de España, en este caso en Valencia y siempre sin puntuar en la clasificación. En esta ocasión debutaron algunos infantiles, dos de los cuales serían piezas destacadas del gran salto del equipo en los tiempos venideros: Toni Comas y Ponç Puigdevall.
Equipo de waterpolo del Montjuïc en el 'Chipirón' para salir hacia Valencia.
Brascó (E), Castellví, Segura, Siré, Medina, Murio, Sánchez, Pitart.
Abajo: Escolies, Costa, Comas, Jorge, Pelegrín y Puigdevall.
Fuente: Archivo JCE. Fondo Segura. Ft. Segura Sr.
En este equipo ya casi enteramente renovado subsistían aún dos veteranos como Miquel Escolies y Antoni Pitart que fueron decisivos para poder hacer la transición de la manera lo mas ordenada posible. También fue importante la incorporación aquel año de Josep Antoni Medina, portero proveniente del Club Esportiu Fabra i Coats, que pudo reemplazar al veterano Josep M. Roselló.
En marcha hacia los nuevos objetivos
De modo que se ha puesto en marcha la voluntad de un puñado de jugadores, técnicos y directivos para ir ganando posiciones y categoría en el mundo del waterpolo. En aquellos tiempos se hablaba en el club de la necesidad de ir adquiriendo 'solera', cualidad que requería de años y constancia aplicada en la cotidianidad de los entrenamientos y de las competiciones. Al respecto el equipo del cúal tomar ejemplo era, claro, el 'Natació' Barcelona, sobrado de 'solera' que en aquellos momentos se acercaba a sus primeros sesenta años de práctica del waterpolo. En este largo camino que iniciaba el Montjuïc seria necesario perder mucho para poder empezar a ganar.
El objetivo de los primeros años era el de clasificarse entre los seis primeros puestos del Campeonato de Cataluña, posición que daba derecho al acceso a la Liga Nacional formada por ocho equipos: los seis primeros de Cataluña y dos mas del resto del país. El primer año 'serio', el de 1967, el equipo estuvo a un solo punto de este objetivo disputado con el C.N. Terrassa que finalmente fue quien ocupó la sexta plaza. En la segunda vuelta se empata con el Terrassa y con el Cataluña, sexto y quinto respectivamente.
En 1968 se quedó en octava posición, que puede parecer un ligero retroceso, pero la realidad es que entre el cuarto clasificado, el Cataluña, y el octavo lugar del Montjuïc sólo hubo cuatro puntos de separación. El equipo blanquiverde había obtenido buenos resultados ganando en Sabadell, Terrassa y Cataluña y empatando con el Pueblo Nuevo y el Mediterráneo, todos ellos con mejor posición final en la clasificación. Desde el inicio del campeonato y hasta mediados del año 1969 el club perdió a su portero titular que se encontraba haciendo el servicio militar. Lo tuvo que sustituir el portero infantil, Jordi Grau, que será una auténtica revelación defendiendo la portería con la seguridad y los reflejos que le proporcionaban haber sido, también, portero de balonmano.
Equipo de últimos del año 1968 en el frontón de la Folch y Torres.
Puigdevall, Grau, Navarro, Pitart, Sánchez, Castellví.
Agachados: Pelegrín, Costa, Comas, Siré y Murio.
Fuente: Archivo JCE. Ft. Montejano
A finales del año 1968 Josep Brascó pidió hacer una parada en su función de entrenador para poder atender mejor sus tareas profesionales. Llegó como nuevo entrenador Antoni Subirana, destacado jugador de los años 50's del 'Natació' Barcelona: cinco veces campeón de España, oro en los Juegos del Mediterráneo de Alejandría de 1951 y con más de treinta internacionalidades con la selección nacional. Su corta etapa al frente del waterpolo del Montjuïc fue muy celebrada por los jugadores que gozaban de sus recordadas explicaciones. Desgraciadamente su capacidad didáctica se encontraba muy por debajo de sus conocimientos del waterpolo, suficientemente acreditados. Dejó algunas frases célebres en el recuerdo de sus jóvenes jugadores, entre otros la afirmación de que bajo su dirección ganarían a todos los demás clubes catalanes y españoles... a todos menos al C.N. Barcelona, hito que a su parecer era del todo imposible.
Se dió el caso, sin embargo, que a los directivos del club les pareciera que las cosas no marchaban demasiado bien y a mediados del Campeonato de Cataluña de 1969 optaron por un nuevo cambio, haciéndose cargo del equipo con carácter provisional José M. Roselló hasta la vuelta, ya con condición de semi-profesional, de Josep Brascó que retomó el camino iniciado apenas hacía tres años.
A su vez este año de 1969 coincidió con la conmemoración del XXV Aniversario del club, fundado en 1944. Con este motivo se celebró un cuadrangular de waterpolo en la piscina de Folch y Torres con los equipos del 'Amersfoort' holandés; la 'Scuola Centrale dello Sport', de Roma; el C.N. Barcelona y el conjunto organizador. Resultó ganador el Barcelona, mientras que el Montjuïc ocupó la tercera posición al haber ganado al equipo italiano en el partido correspondiente. En este torneo el equipo fue reforzado por 'Lolo' Ibern y Salvador Franch, del Barceloneta y el Sabadell respectivamente.
Equipo del Torneo Internacional del XXV Aniversario del C.N. Montjuïc.
Siré, Castellví, Ibern, Franch, Navarro, Monzó, Lloansí y Murio.
Delante y en el centro: Puigdevall, Costa y Sánchez.
Fuente: Archivo JCE. Ft. Montejano
Finalmente en el Campeonato de Cataluña de 1969, después de terminar la primera vuelta en la quinta posición, se consiguió la tercera plaza, por lo que el club se aseguró la participación en la V Liga Nacional, a celebrar a principios de 1970, y también en el XXXIX Campeonato de España previsto para septiembre en la misma piscina de Folch i Torres. En este mismo Campeonato de Cataluña se produjo la primera derrota de la historia del Barcelona en competición oficial, que tuvo lugar el día 20 de noviembre a manos del equipo del Barceloneta en la recién inaugurada piscina del Paseo Marítimo.
En el estreno de la Liga Nacional y del Campeonato de España del año 1970 los blanquiverdes reafirmarán su llegada a la élite del waterpolo catalán y español, manteniendo su tercera posición y poniendo en dificultades a los dos primeros, el 'Natació' y el Barceloneta. La llegada de Joan Sans contribuye en gran medida a esta consolidación que llevará a que en la última jornada de la liga se empata con el campeón, el Barceloneta, a cuatro goles.
Recorte del diario Marca del 6 de marzo de 1970.
Fuente: Archivo JCE
En 1971 se mantiene la tercera plaza en los Campeonatos de Cataluña y en la Liga Nacional, a la vez que en el Campeonato de España de septiembre, celebrado en la piscina Sant Jordi, se conquista la segunda posición al superar al Barceloneta por el resultado de 3 a 4. En anterior partido el equipo del Montjuïc había perdido por la mínima diferencia de 2 goles a 1 contra el 'Natació' Barcelona, que sería Campeón de España una vez mas... y ya iban cuarenta de seguidas...
Esta tónica de una nueva rivalidad entre los tres equipos punteros producida en el waterpolo catalán y español de estos años conduce al cronista del diario 'El Mundo Deportivo', el no muy habitual Javier Diez, a afirmar en su crónica del campeonato que:
"No puede negarse que si otrora era el Barcelona el rey único e intocable... ahora ya son tres los que se baten en las alturas y además con estilo de equipos de categoría. Este ha sido, a nuestro juicio, el éxito mas grande de estas jornadas."
Evolución de las clasificaciones y los equipos de waterpolo
del Montjuïc en las competiciones oficiales de aquellos años.
Fuente: Elaboración propia JASP y JCE
Esta evolución creciente del waterpolo en general y del equipo del C.N. Montjuïc en particular conducirá a que en el año de 1972 se produzcan algunas victorias históricas para este club, que había sido reforzado con la incorporación del portero titular de la selección española, Salvador Franch.
Así, el año se inició con la VII Liga Nacional, consiguiendo el equipo blanquiverde una resonante victoria en la piscina del Barceloneta contra los locales por el contundente resultado de 1-8. En la segunda vuelta se empató con este mismo equipo a cinco goles, situando al Montjuïc por primera vez en la segunda posición de la Liga en la clasificación final. En los partidos disputados contra el campeón, el 'Natació' Barcelona, el nivel de juego fue muy alto, perdiendo ajustadamente en las dos ocasiones.
El gran día, sin embargo, sería ser el del once de junio, cuando con ocasión de jugarse en la Piscina Sant Jordi la final de la II Copa Catalana el Montjuïc se impuso por primera vez en su historia al C.N. Barcelona por un ajustado 4-3, con goles marcados por Sans (2), Solanas y Sánchez. Este último tiene su propia historia al ser el de la victoria y marcado por un jugador como Carles Sánchez poco habitual en la finalización y además de 'bosic' (*), jugada que con el tiempo ha ido perdiendo protagonismo. Atendiendo a que la Copa Catalana era una competición de carácter menor, era necesario reafirmar el paso adelante que se había dado.
Este primer triunfo sobre el Barcelona se confirmaría en ocasión del XLI Campeonato de España disputado en la piscina de Folch y Torres del 15 al 17 de setiembre. Los jugadores internacionales volvían de los JJ.OO. de Munich y algunos de ellos venían 'tocados'. En el caso del Montjuïc el principal perjudicado era Joan Sans, que presentaba un esguince en el pectoral que le dificultaban los movimientos; pero también Ponç Puigdevall y Salvador Franch presentaban diferentes molestias, aunque de menor gravedad. Joaquín Morera, en la crónica que publicó sobre el campeonato en 'La Vanguardia' pone el acento en estas dificultades:
"... parecia que iba a ser una competición de trámite, sin sorpresas ni siquiera buen nivel de juego, cansados como estaban la mayoria de jugadores internacionales... después de sus esfuerzos de Munich y de toda una temporada intensísima. Nada de esto ha sucedido. Ha habido un nivel de juego muy bueno, partidos interesantísimos y podemos decir que algunos mejor jugados que los que tuvieron lugar en la piscina muniquesa."
Reproducción del folleto editado por la organización del XLI Campeonato de España.
Fuente: Archivo JCE
Una dificultad añadida era que tanto el Barcelona como el Montjuïc estaban sin entrenador. En el caso de los locales este déficit fue resuelto con una dirección tricéfala formada por los ex-jugadores Vicenç Siré, Eduard Costa y Josep Castellví.
El caso es que los cuatro partidos de cada equipo previos al decisivo Barcelona-Montjuïc del domingo por la tarde fueron resueltos con las victorias correspondientes. En este último partido al 'Natació' le bastaba el empate para seguir un año más como campeón de España imbatido de las 41 ediciones de la competición, dado que la diferencia de goles general le era favorable.
El partido fue jugado ante unas gradas llenas a rebosar de los seguidores de los equipos participantes, con mayoría, claro, de la afición blanquiverde. Debido a su lesión, Joan Sans sólo disputó los últimos dos tiempos del partido, entrando en el agua cuando el marcador era todavía favorables al Barcelona por tres goles a dos. En los últimos períodos se sucederían las alternativas entre uno y otro equipo; Lambert Solanas avanzó al Montjuïc marcando el cuarto gol en el último periodo pero poco antes del final llegará el empate a cuatro conseguido por Jané. Aún habrá tiempo para otra jugada en la que Joan Sans conseguirá el quinto gol, el de la victoria, mediante una gran vaselina al límite del tiempo reglamentario (**).
Recorte de 'El Mundo Deportivo' de 18 de septiembre de 1972 con los equipos
contendientes en la final. A la izquierda el 'Natació' Barcelona: Rubio, Llimós, Jané,
Del Pozo, Hernández, Grau; Esteller, Soler, Zubicoa, Castillo y Mas.
A la derecha el Montjuïc: Costa (E), Solanas, Franch, Puigdevall, Segura,
Comas, Sans; Sánchez, Puig, Nogueroles, Devesa (Jr.) y Asensio.
Fuente: Archivo JCE. Ft. Ubiedo
Esta fecha del 17 de septiembre de 1972 marcaría un hito para las dos entidades. El Barcelona en su boletín 'Natación' de octubre, escribiría con la firma de Valentí Ambrós:
"La XLI edición de los Campeonatos de España de Waterpolo ha sido la primera de esta competición que ha tenído como ganador a un Club que no fuera el nuestro. Termina aquí un historial que ha sido sorpresa y admiración en todos los ambitos del deporte: un Club ha conseguida alzarse 40 veces ininterrumpidas con un título de campeón nacional. Esta vez ha sido el CN Montjuich el que ha merecido tal galardon. Causas? Muchas. Culpable? Nadie. "
Huelga decir que en el C.N. Montjuïc la satisfacción fue de las que hacen época. Y nunca mejor dicho, ya que entre este triunfo que culminaba tan brillante etapa y el próximo gran hito del club tenían que pasar cuatro años, hasta que en 1976 el equipo dirigido entonces por Imre Szikora, rejuvenecido pero aún contando con los Puigdevall, Sans y Franch del 1972, ganaría un nuevo Campeonato de España, en que se había transformado lo que hasta 1974 había sido la Liga Nacional.
Juan Antonio Sierra y Josep Castellví
(*) Mihály Bozsi (1911-1984) fue un jugador húngaro de waterpolo, medalla de oro en los JJ.OO. de Berlín en 1936. Dio nombre a una jugada creada por él que servía de recurso cuando se marchaba escapado pero con el contrario encima. Para evitar tener que levantar la pelota, la libraba de la presión del agua con una mano para impulsarla fuertemente con la punta de los dedos de la mano buena extendidos, como si fuera un disparo de 'puntera' de un futbolista . A pesar de que el nombre correcto de la jugada era el de 'bozsi', en aquellos tiempos la conocíamos como 'bosic'
(**) Este es el lugar y el momento para recordar que el Campeonato de España no se hubiera logrado sin la participación fundamental de los jóvenes jugadores que tenían muy poca experiencia con el primer equipo, como los Puig, Nogueroles, Devesa y Asensio. Ellos aportaron sólidos minutos de refresco para sustituir a los jugadores más habituales del primer equipo sin que el nivel del juego se resintiera.