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El Chipiron y la tercera fundación...

10 de gen. 2022

Los primeros años, de bar en bar...

Del bar de Can Feliu de la calle Nou de la Rambla, al Estevet de la esquina de Paral·lel con Aldana, pasando por el Bar del Buen Humor en la calle Salvà - conocido como 'Cal Empentes' -, volviendo cuando era necesario al de Can Feliu. Éste era el recorrido hecho por los socios del Club Natació Montjuïc en los primeros años de la entidad, sin acabar de tener una morada fija.

Para los bares que acogían a aquel grupo de jóvenes entusiastas de la natación y el rugby, su migrado bolsillo sumado a la voluntad de hacer una vida todo lo deportivo que fuera posible se convertían en un negocio ruinoso; por lo que el tiempo de apoyo de los propietarios de los diferentes negocios era limitado. Finalmente, a principios de 1948 el club estrena un primer local social no vinculado a bares o salas de baile. Se halla situado en el Paseo de la Exposición nº 25 y permite disfrutar de un espacio independiente, aunque de reducidas dimensiones.

Aviso del nuevo local social publicado en el boletín n. 9
de enero-febrero del año 1948.
Fuente: Archivo JCE

Dado que el nuevo local no cumple con todos los requisitos deseados, los socios siguen tratando de encontrar una solución que les permita instalar, además de la secretaría y alguna mesa de ping-pong, un gimnasio y otras dependencias sociales que consideren necesarias. La solución llega a finales del año 1949 cuando mediante algunas gestiones, realizadas inicialmente por Sebastià Roca, se presenta la oportunidad de alquilar el local situado encima del bar Chipirón - nombre que también recibe el local en cuestión - en la entonces llamada calle del Marqués del Duero n. 88, el actual Paral·lel.

Esta posible sede se caracteriza por haber sido originalmente una sala de teatro utilizada desde hace años por diversas organizaciones, en la cual se puede disfrutar de una planta espaciosa dotada de escenario con un patio de butacas polivalente y un pequeño altillo, sido utilizado tanto para montar espectáculos y obras de teatro como para realizar bailes y otras actividades. Uno de sus últimos ocupantes fue el Club Esportiu Mediterrani, que hasta los inicios del año 1944 alquiló el espacio los fines de semana y festivos para organizar sus bailes sociales.

Portada del boletín nº 356 de enero-marzo del 1987,
con un collage fotogràfico del local del Chipirón.
Fuente: Archivo JCE

De gobernadores y burocracias: el expediente 18311...

Dicho local había sido clausurado por el nuevo gobernador Eduardo Baeza Alegria (1947-1951) en 1947, como consecuencia de que en el mismo tenían lugar fiestas que podríamos llamar 'descontroladas' encabezadas por el hijo del anterior gobernador civil, el militar Bartolomé Fernández Barba (1945-1947); a pesar de que la policía había tenido que intervenir en alguna ocasión, no pudo actuar para poner fin a esta situación hasta el cambio de la máxima autoridad provincial.

El gobernador Baeza, médico de profesión y más partidario de la vida distendida que del partido único del régimen, era en razón de su cargo la autoridad política máxima de la provincia, a la vez que 'Jefe provincial de 'Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.' y como tal responsable político de las actividades que se realizan en su jurisdicción; también de las deportivas, evidentemente, y por tanto es él quien tendrá en sus manos el dar o negar satisfacción a las aspiraciones del Montjuïc

Eduardo Baeza Alegria se dirige a los reunidos en la sala oval del 'Palau
Nacional' de Montjuïc en presencia del general Franco en 1947.
Fuente: Agencia EFE. Ft. Pérez de Rozas

Y aquí es donde surgen las dificultades, centradas en dos aspectos fundamentales:

  • Es necesario conseguir el permiso gubernativo para poder celebrar en el futuro local todo tipo de espectáculos, bailes, actividades deportivas - se quiere instalar un gimnasio - y recreativas que se quieran implementar en su momento.
  • El alquiler debe pasar de las 400 ptas. mensuales que paga la entidad por el local de los Paseo de la Exposición a las 2.000 del nuevo local, además de satisfacer la demanda del arrendador de hacer una fianza en efectivo por el importe de un año de alquiler, es a decir 24.000 ptas.

Para resolver la primera se contaba con la labor de Vicenç Esquiroz, en su faceta de periodista deportivo. Entre otras distracciones, Baeza Alegria era un gran aficionado al fútbol y Esquiroz hacía casi cada fin de semana entrevistas a los personajes asistentes a los partidos del Barcelona o del Espanyol, según el caso. El gobernador pasó a ser objeto preferentes de la acción periodística, por lo que al cabo de un tiempo de relación Esquiroz pasó a exponerle la demanda de la entidad blanquiverde. El camino se allanó porque al gobernador le pareció muy adecuado convertir el que había sido un lugar de vicio, contrario a la moral, en un gimnasio para los deportistas; por lo que los directivos del club fueron dirigidos al 'Jefe de Negociado' correspondiente. Diego Devesa, que en ese momento era el tesorero, en su artículo 'Requiem por una ilusión' - publicado en el boletín n. 355 de noviembre-diciembre de 1986 - lo explica así :

"El Jefe de Negociado nos soltó un buen rollo y nos recomendó un libro suyo que, naturalmente, compramos. Pidió el Acta Fundacional y los Estatutos para inscribir al club en el registro. No teníamos nada..."

Y he aquí la clave: el Club Natació Montjuïc pasados ​​más de cinco años de su fundación no dispone ni de Acta de Constitución ni de Estatutos como tales; y en cualquier caso no ha sido inscrito en ningún momento en el registro de asociaciones del gobierno civil, como era preceptivo.

Los estatutos se redactaron a partir de la demanda del negociado de asociaciones del gobierno civil en una expresión mínima, limitada a doce artículos. Una vez presentados, es con fecha de 24 de diciembre de 1949 que fueron registrados y firmados por el propio gobernador Baeza, pasando a constituir el expediente n. 18311 del citado departamento del antiguo Gobierno Civil de Barcelona (**).

Primeros estatutos del Club Natació Montjuïc, con fecha del día 1 de diciembre de 1946.
1. A la izquierda la reproducción que hace de ellos el boletín n. 39 de noviembre de 1952.
2. A la derecha la última hoja autenticada por el Gobierno Civil el 24 de diciembre de 1949.
Fuente 1: Archivo JCE
Fuente 2: Archivo del antiguo Gobierno Civil de Barcelona

Todavía existe un hecho notable que señalar. Si fuera cierta la fecha del día 1 de diciembre de 1946 como la de la confección de los estatutos y su presentación a la Federación Catalana de Natación, el presidente firmante debería haber sido Lluís Santacana Faralt, que es quien ostenta. el cargo entre 1943 y 1948. El hecho de que la firma corresponda a Manuel Basté Duran confirma que la fecha real en que se han redactado estos primeros estatutos es la del mes de diciembre de 1949, que coincide con el segundo mandato como presidente de la FCN de Basté, entre 1948 y 1950.

Nos inclinamos, pues, a hacer caso de Diego Devesa que se confiesa, en el mismo artículo antes mencionado, como autor a toda prisa de estos primeros estatutos del Montjuïc, formulados al igual que el Acta de Constitución con la urgencia que pedía el hecho de que la junta directiva quería abrir el nuevo local con motivo del próximo fin de año de 1949. El mismo Devesa nos lo explica así:

"Luego todo fueron instancias y pólizas, hasta que conseguimos el permiso de apertura, allá por Navidad. Nos proponíamos inaugurarlo con la fiesta de Fin de Año, pero cuando abrimos el local se nos cayó el alma a los pies: aquello estaba tal como habia quedado después de la última orgia..." 

De modo que la inauguración del local todavía se retrasaría unos días, produciéndose finalmente a primeros del mes de enero de 1950

Por las mismas fechas del mes de diciembre se presentan también en el registro de asociaciones, entre otros documentos, una Acta de Constitución del Club Natació Montjuïc a la vez que la 'Jefatura Superior de Policía' de Barcelona emite un informe preceptivo dirigido al gobernador civil , informando de su conformidad al nuevo uso del local en cuestión:

A la derecha, 'Acta de Constitución' del C.N. Montjuïc, con fecha 24 de diciembre de 1949.
A la izquierda, informe de la 'J.S. de Policía' de Barcelona dirigido al gobierno civil.
Fuente: Archivo del antiguo Gobierno Civil de Barcelona

De la lectura de estos dos documentos se pueden sacar algunas consideraciones. Es evidente que el Acta de Constitución ha sido confeccionada como complemento necesario para la inscripción del club al negociado de asociaciones del gobierno civil, paso previo a la obtención del permiso gubernativo para el traslado y uso del nuevo local social.

El informe policial tiene como fecha de entrada la del 19 de enero de 1950, cuando ya el gobierno civil ha resuelto positivamente la solicitud del Montjuïc, lo que confirma que se trataba de un simple trámite más. En el informe policial, sin embargo, no pueden evitar hacer saber algún antecedente 'peligroso' de Joan Boronat, que como presidente del club es quien ha firmado la petición. El informe señala que:

"... el peticionario es persona que observa buena conducta..., no obstante tener en los archivos de esta Jefatura Supeior antecedentes de haber sufrido en el año 1941 una Causa Militar por Auxilio a la Rebelión por gritos subsersivos contra el Régimen.- "

A pesar de la fraseología del régimen, tan rimbombante, la falta habría sido considerada por el instructor de la causa poco menos que anecdótica, una especie de 'pecado de juventud', atendiendo a que no parece haber tenido más afectación para el posterior recorrido de la vida de 'Janot' Boronat. Esta impresión se ve confirmada por el también preceptivo dictamen del servicio de información de la 'Falange Española Tradicionalista y de las JONS', donde no consta ningún tipo de sombra relativa al comportamiento del presidente blanquiverde, a quien se' le considera "... persona de buena conducta moral, pública y privada." (***).

Faltaba todavía resolver la segunda dificultad, la cuestión económica y en ese orden los socios del club hacen el esfuerzo posible y también el imposible por reunir las 24.000 ptas. de la fianza pedida, todo un capital en aquellos años. No consiguen alcanzar este objetivo, pero optan por resolverlo por la via directa y se dirigen a la oficina del administrador dispuestos a resolver el problema. La cosa fue así, en la explicación del tesorero de la época, Diego Devesa en el citado artículo del boletín:

"... yo empecé a sacar fajos de gastados billetes de 1, 2 y 5 pts., colocándolos encima de la mesa, y cuando hube vaciado todos mis bolsillos, logrando hacer un buen montón, dije con calma: 'hay 12.000', mientras Boro y Sebas miraban al techo. Entre los tres aguantamos el chaparrón esperado, pero al final se aceptó la fianza de doce mil..."

Boro y Sebas son el presidente Joan Boronat y el vicepresidente Sebastià Roca, que completaban la comisión encargada de esta gestión. La escena, que debemnos imaginarla con la cara de póquer habitual de Devesa, se presta a ser inscrita en el registro de momentos memorables de la historia del club.

El conjunto de estos diferentes trámites e incidencias son lo que hemos convenido en llamar como 'tercera fundación' del club, después de las dos primeras ya reflejadas en sendas entradas de este blog:

  • La primera, del mes de abril de 1944, al aceptar la FCN la constitución del nuevo club bajo el paraguas de la 'Organización Síndical de Educación y Descanso', solicitada por el jefe de deportes de esta organización , José Muñoz, aunque no constara que presentara ni acta de constitución ni estatutos: recogida en 'El nacimiento de un club'
  • La segunda, del mes de julio de 1946, al producirse la separación de la mencionada estructura del régimen, pasando el club a depender únicamente de los propios medios: recogida en ¡Adelante con el C.N. ¡Montjuich!

Por lo que se refiere al 'Chipirón', cuyo alquiler ha sido el desencadenante de todas estas peripecias, tendremos tiempo para hablar del miosmo en otras ocasiones; por ahora nos conformamos con remarcar que a lo largo de casi treinta y siete años será el local social propio por excelencia del club, junto al de la piscina de Folch y Torres, asistiendo sus piedras a infinidad de momentos significativos de la historia del Montjuïc.

Josep Castellví

(*) Ninguno de los dos gobernadores civiles duró demasiado tiempo en el cargo. El coronel Batolomé Fernández Barba fue fulminado después de autorizar la ceremonia de la 'Entronizació de la Mare de Deu de Montserrat', en abril de 1947, que se convirtió en una de las primeras afirmaciones del catalanismo político bajo la dictadura franquista. Por su parte, Eduardo Baeza Alegria fue 'atropellado' por la huelga de tranvías de los meses de febrero-marzo de 1951, cuando se produjo una serie de acciones populares contra el alza del precio de este medio de transporte, hechos que motivaron su destitución.

(**) En esta expresión minimalista de los estatutos no se concretaban aspectos tan fundamentales como el de incluir la Asamblea General como órgano de gobierno de la sociedad o el de concretar el acceso de las chicas al club, que generalmente en aquellos años se contemplaba con la creación de una sección femenina. Estas y otras carencias fueron subsanadas mediante el 'Reglamento del Club Natació Montjuïc' fechado en el mes de mayo de 1952. Su publicación en el boletín del club nº 30, de noviembre de 1952, necesitó de hasta cinco páginas de la revista, mientras que los estatutos ocupaban sólo una. Finalmente, en los nuevos estatutos del año 1956 el reglamento fue incorporado a éstos, formando un único cuerpo normativo

(***) La 'Delegación de Información de la 'Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.' emitió, a requerimiento del gobierno civil, informes preceptivos sobre la conducta social y en relación al régimen de todos los miembros de la junta directiva de ese momento, que tendremos ocasión de conocer en una próxima entrada.

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